Ser o no ser, ahí empieza todo.

Sin duda es la cuestión clave de nuestro universo, a la que también podríamos añadir estar o no estar. De nuevo, la lengua anglosajona une conceptos, ya que el verbo «to be», lengua en la que pronunció dicha frase Shakespeare, se puede traducir por ser o estar.

Regresando al motivo de la cuestión y dejando a un lado esta divagación lingüística lo que este artículo pretende ser es una reflexión particular acerca del inicio del todo, o como algunos podrán decir, una rayada mía.

Sea cual sea su parecer, sin más dilatación, allá voy. Todo empezó hace mucho tiempo atrás, como consecuencia del caos, se generó la vida, y la vida, a su vez generó caos y de ahí surgimos nosotros, puro caos en nuestra esencia.